- Viscosa -
Las alfombras de viscosa tienen un aspecto luminoso y fresco gracias a la absorción de color y brillo por parte de la fibra. De hecho, los hilos de viscosa se pueden teñir fácilmente, con una máxima penetración del color, razón por la cual las alfombras CutCut se distinguen por sus diseños decorativos y colores vibrantes.
Muy cómoda e ideal para caminar descalzo, la alfombra de viscosa es más suave y natural que las fibras sintéticas, el algodón e incluso la lana.
La viscosa sigue siendo un buen aislante, agradable y cálida en invierno y fresca en verano. No tiene carga estática, lo que hace que las alfombras compuestas de viscosa sean seguras.
Por último, la viscosa es una fibra natural hipoalergénica en la que no se utilizan productos químicos nocivos. A diferencia de las fibras sintéticas, la fibra de viscosa es una fibra que no se funde , lo que significa que tiene una inflamabilidad razonablemente baja.
- Instrucciones de mantenimiento -
Se recomienda aspirar una alfombra de viscosa inmediatamente después de haberla colocado, para que el pelo vuelva a subir al desenrollarla.
También recomendamos aspirar tu alfombra con regularidad para mantenerla limpia y en buen estado. El uso de un cepillo giratorio puede dañar la torsión del hilo.
Te advertimos de lo siguiente : la viscosa puede desprender pelos al principio: estos pelos son fibras más cortas que se separan de la alfombra durante los primeros usos. Desaparecen al poco tiempo, a menos que se utilice un cepillo giratorio o un cepillo rígido para aspirar. En estos casos, la alfombra de viscosa puede desprender aún más pelo.
Por último, la viscosa es muy sensible a la humedad . Por ello es aconsejable no colocar alfombras con esta composición en el baño, y evitar también cocinas y entradas de casa, ya que el riesgo de pisar la alfombra con los zapatos mojados o sucios es mayor. Preferiblemente coloque su alfombra de viscosa en una zona de confort bien ventilada (salón, dormitorio...).
¿Derramaste algo?
Si hay alguna mancha, es importante quitarla lo más rápido posible, sin frotar la mancha. Al frotar, la estructura del alambre puede dañarse. Para limpiar la mancha, utilice una toalla de algodón húmeda y fría. Evite el exceso de agua y nunca utilice jabón. Si la mancha persiste, lo mejor es llamar a un limpiador profesional.